DE MEDINACELI A MOLINA DE ARAGÓN
Anónimo: El Cantar del Mío Cid
IMÁGENES (foto jjferia):
Arco romano, puerta árabe, plaza mayor, calle típica y colegiata de Medinaceli; Puente, murallas y castillo de Molina de Aragón
CANTAR DEL MÍO CID
CANTAR SEGUNDO: BODAS DE LAS HIJAS DEL CID
El Cid se dirige a Valencia, en poder de los moros, y logra conquistar la ciudad. Envía a su amigo y mano derecha Álvar Fáñez a la corte de Castilla con nuevos regalos para el rey, pidiéndole que se le permita reunirse con su familia en Valencia. El rey accede a esta petición, e incluso le perdona y levanta el castigo que pesaba sobre el Campeador y sus hombres. La fortuna del Cid hace que los infantes de Carrión pidan en matrimonio a doña Elvira y doña Sol. El rey pide al Campeador que acceda al matrimonio y él lo hace aunque no confía en ellos. Las bodas se celebran solemnemente. Los versos siguientes narran el tránsito de doña Jimena, la mujer del Cid, de sus hijas y de la comitiva desde el monasterio de San Pedro de Cardeña hasta Valencia a su paso por las ciudades de Medinaceli (Medina) y Molina de Aragón (Molina).
Minaya parte de Cardeña con Jimena (1448-1472)
Hyas espiden e pienssan de cavalgar
el portero con ellos que los ha de aguardar;
por la tierra del rey mucho conducho les dan.
De San Pero fasta Medina en çinco dias van;
felos en Medina las dueñas e Albar Fañez.
Direvos de los cavalleros que levaron el menssaje:
al ora que lo sopo mio Çid el de Bivar
plogol de coraçon e tornos a alegrar,
de la su boca conpeço de fablar:
«¡Qui buen mandadero enbia tal deve sperar!
Tu, Muño Gustioz e Pero Vermuez delant
e Martin Antolinez un burgales leal,
el obispo don Jeronimo coronado de prestar,
cavalguedes con çiento guisados pora huebos de lidiar;
por Santa Maria [Albarracín] vos vayades passar,
vayades a Molina que yaze mas adelant,
tienela Avengalvon mio amigo es de paz,
con otros çiento cavalleros bien vos conssigra;
hid pora Medina quanto lo pudieredes far;
mi mugier e mis fijas con Minaya Albar Ffañez
asi commo a mi dixieron hi los podredes fallar,
con grand ondra aduzid melas delant.
E yo fincare en Valençia que mucho costadom ha,
gran locura serie si la desenparas;
yo ffincare en Valençia ca la tengo por heredad.»
Pedro Bermúdez parte de Valencia para recibir a Jimena (1473-1490)
Esto era dicho, pienssan de cavalgar
e quanto que pueden non fincan de andar.
Troçieron a Santa Maria [Albarracín] e vinieron albergar a Fron[chales],
y el otro dia vinieron a Molina posar.
El moro Avengalvon quando sopo el menssaje
saliolos reçebir con grant gozo que faze:
«¿Venides, los vassallos de mio amigo natural?
¡A mi non me pesa sabet, mucho me plaze!»
Fablo Muño Gustioz, non spero a nadi:
«Mio Çid vos saludava e mandolo recabdar
con çiento cavalleros que privadol acorrades.
Su mugier e sus fijas en Medina estan;
que vayades por ellas, adugades gelas aca
e ffata en Valençia dellas non vos partades.»
Dixo Avengalvon: «¡Fer lo he de veluntad!»
Essa noch conducho les dio grand;
a la mañana pienssan de cavalgar;
çientol pidieron mas el con dozientos va.
En Molina se le une Abengalbón (1491-1505)
Passan las montañas que son fieras e grandes,
passaron Mata de Toranz de tal guisa que ningun miedo non han,
por el val de Arbux[uel]o pienssan a deprunar.
Y en Medina todo el recabdo esta:
envio dos cavalleros Minaya Albar Fañez que sopiessen la verdad,
esto non detard[an] ca de coraçon lo han
el uno finco con ellos y el otro torno a Albar Fañez:
«Virtos del Campeador a nos vienen buscar
Afevos aqui Pero Vermuez e Muño Gustioz que vos quieren sin hart,
e Martin Antolinez el burgales natural
y el obispo don Jeronimo cor[o]nado leal
y el alcayaz Avengalvon con sus fuerças que trahe
por sabor de mio Çid de grand ondral dar
todos vienen en uno, agora legaran.»
Essora dixo Minaya: «¡Vay[a]mos cavalgar!»
Encuentran a Minaya en Medinaceli (1506-1526)
Esso ffue a priessa fecho que nos quieren detardar;
bien salieron den çiento que non pareçen mal,
en buenos cavallos a petrales e a cascaveles
e a cuberturas de çendales y escudos a los cuellos
y en las manos lanças que pendones traen,
que sopie(n)ssen los otros de que seso era Albar Fañez
o cuemo saliera de Castiella Albar Fañez con estas dueñas que trahe.
Los que ivan mesurando e legando delant
luego toman armas e tomanse a deportar;
por çerca de Salon tan grandes gozos van.
Don legan los otros a Minaya Albar Fañez se van homilar.
Quando lego Avengalvon dont a ojo [lo] ha
sonrrisando se de la boca hivalo abraçar,
en el ombro lo saluda ca tal es su husaje:
«¡Tan buen dia con vusco Minaya Albar Fañez!
Traedes estas dueñas por o valdremos mas,
mugier del Çid lidiador e ssus ffijas naturales;
ondrar vos hemos todos ca tal es la su auze,
mager que mal le queramos non gelo podremos f[a]r,
en paz o en gerra de lo nuestro abra;
muchol tengo por torpe qui non conosçe la verdad.»
Los viajeros descansan en Medinaceli (1527-1539)
Sonrrisos de la boca Minaya Albar Fañez:
«¡Hy[a] Avengalvon amigol sodes sin falla!
Si Dios me legare al Çid e lo vea con el alma
desto que avedes fecho vos non perderedes nada.
Vayamos posar ca la çena es adobada.»
Dixo Avengalvon: «Plazme desta presentaja
antes deste te[r]çer dia vos la dare doblada.»
Entraron en Medina, sirvialos Minaya;
todos fueron alegres del çervicio que tomar[a]n.
El portero del rey quitar lo mandava;
ondrado es mio Çid en Valençia do estava
de tan grand conducho commo en Medinal sacar[a]n;
el rey lo pago todo e quito se va Minaya.
Parten de Medinaceli a Molina (1540-1554)
Passada es la noche, venida es la mañana,
oida es la missa e luego cavalgavan;
salieron de Medina e Salon passavan,
Arbuxuelo arriba privado aguijavan
el campo de Torançio luegol atravessavan,
vinieron a Molina la que Avengalvon mandava.
El obispo don Jheronimo -buen christiano sin falla-
las noches e los dias las dueñas aguarda[va]
e buen cavallo en diestro que va ante sus armas
entre el e Albar Fañez hivan a una compaña.
Entrados son a Molina, buena e rica casa
el moro Avengalvon bien los sirvie sin falla,
de quanto que quisieron non ovieron falla
aun las ferraduras quitar gelas mandava;
a Minaya e a las dueñas ¡Dios, commo las ondrava!
Anónimo (siglo XII): Cantar del mío Cid